Existen dos tipos de ácidos grasos esenciales: Omega-3 y Omega 6. El Omega-3 es un antiinflamatorio natural, mientras que el Omega 6 produce inflamación en el cuerpo.
La grasa es necesaria para todos los procesos vitales que ocurren dentro del cuerpo. El único grupo de las grasas que nuestro cuerpo no puede producir por sí mismo se denominan ácidos grasos esenciales (AGEs): entre los que se encuentra el omega-3. Los AGEs o “grasas buenas”, son una larga cadena de ácidos grasos poliinsaturados. Son decisivos para la salud y sólo pueden obtenerse a través de la dieta.
El consumo de ácidos grasos esenciales, particularmente el ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) que se encuentran en el aceite de krill, es fundamental para el crecimiento saludable, buen funcionamiento y larga vida útil de cada célula dentro del cuerpo.
La investigación muestra que los ácidos grasos esenciales desempeñan un papel importante en la prevención y el tratamiento de la enfermedad de las arterias coronarias, la hipertensión, la diabetes, la artritis y otras enfermedades inflamatorias y autoinmunes.
Dieta occidental: Muy deficiente en Omega-3
La mayoría de los alimentos y los productos de hoy están empobrecidos de nutrientes debido a las malas técnicas de cultivo. Lo último en ciencia de la nutrición nos dice que para estar sanos y evitar enfermedades crónicas tenemos que tomar a diario un suplemento Omega-3 de alta calidad tal como aceite de krill.
La proporción de Omega-6 y Omega-3 sugerida como esencial para la buena salud es de (1:1). Con la dieta de hoy pobre en nutrientes esta proporción es peligrosamente inestable, aproximadamente es de (10-30:1).
Ahora estamos consumiendo más de 7 veces la cantidad recomendada de Omega-6 (a partir de granos y aceites vegetales) y necesitamos 4 veces más Omega-3. Se ha demostrado que este desequilibrio contribuye a la inflamación crónica y a las enfermedades crónicas prevenibles. De el mismo modo fortaleza general del sistema inmune y la susceptibilidad a las infecciones.
Los investigadores creen que el 60% de los estadounidenses tienen deficiencia de Omega-3 y un 20% tienen tan poco que no se puede detectar en la sangre.
El desajuste entre los alimentos que nuestros cuerpos evolucionaron para prosperar y de los alimentos modernos de hoy (pobre en nutrientes). Esto indica ser un importante factor en la actual crisis de salud que sufren en las culturas de todo el mundo occidental.
Los investigadores creen que el 60% de los estadounidenses tienen deficiencia de Omega-3 y un 20% tienen tan poco que no se puede detectar en la sangre.